¿Qué tipos de vinilo existen y para que se usan?

vinilo

Polimérico, adhesivo, imantado… El mundillo del vinilo decorativo y publicitario tiene, precisamente por la gran diversidad de aplicaciones que ofrece, un montón de matices y recovecos en los que es fácil perderse, sobre todo si no somos expertos en materia de decoración o impresión.

En este texto aspiramos a aclararte todo lo que necesitas saber acerca de los diferentes tipos de vinilos que puedes encontrar en el mercado, partiendo de los materiales empleados en su fabricación y llegando hasta los diferentes métodos de fijación que existen, pasando por otros aspectos, algunos esenciales y otros más accesorios.

Los materiales: vinilo monomérico y vinilo polimérico

Si cuando oyes hablar de vinilo piensas en los discos de tu DJ de cabecera (¡o en tu último guateque!), es imprescindible que leas esta sección. Aunque no estás tan lejos, porque el vinilo del que te hablamos es más o menos el mismo material: un plástico sintético llamado policloruro de vinilo. Si te decimos PVC te sonará más…

Se obtiene polimerizando el monómero de cloruro de vinilo. No lo decimos por ponernos estupendos, sino porque viene al caso para diferenciar el vinilo monomérico del polimérico. El vinilo monomérico no ha sido estabilizado, de forma que tiene tendencia a encogerse o deformarse y su vida útil es bastante reducida (dos o tres años), lo que lo hace más económico pero condiciona bastante su uso.

El vinilo polimérico, por su parte, ha sido tratado con aditivos estabilizantes y plastificantes, por lo que tiene, además de la flexibilidad que se espera de él, mayor estabilidad, tenacidad y durabilidad. Por ello, aunque resulta algo más costoso, garantiza una vida útil mayor (de hasta ocho años).

El método de fabricación: vinilo calandrado y vinilo fundido

Tanto el monomérico como el polimérico son vinilos calandrados. Esto quiere decir que han sido obtenidos por compresión, pasando por los rodillos de una calandra hasta obtener el grosor deseado.

El propio nombre del vinilo fundido nos revela su origen: una masa líquida extendida y solidificada al enfriarse. Es el vinilo de mayor calidad. Excepcionalmente fino, sin apenas encogimiento, fácil de trabajar y adaptable a superficies irregulares (corrugadas, por ejemplo). Es el más versátil y, por la misma razón, el más caro.

La aplicación: vinilo de corte y vinilo impreso

Este es uno de los factores más importantes, y por el que más nos preguntan en nuestra imprenta online, a la hora de elegir vinilo. Y realmente es importante, pues depende mucho de la aplicación que queramos dar al producto.

El vinilo de corte es de color. Del que sea, pero es de ese color. No permite degradados ni combinación de tintas, si se quieren varios colores hay hacer una especie de puzle, pero su calidad es mayor (y también suelen limpiarse más fácilmente y resistir mejor a la intemperie). Se diseña su forma troquelándolos en un plóter de corte (de ahí su nombre).

Con el vinilo impreso partimos de una base blanca sobre la que se imprime, en CYMK, el motivo que se desee. Es mucho más versátil en ese sentido, admitiendo composiciones más complejas y matizadas en altas resoluciones. Por supuesto, también podrá tener la forma que se quiera, aunque suele ser más delicado en todos los sentidos.

vinilo impreso

El diseño: vinilo con canales de aire y vinilo perforado

El vinilo, como cualquier otro material o soporte, evoluciona y va incorporando novedades “técnicas” que mejoran su diseño. Este es el caso cuando hablamos de canales de aire y microperforación.

El vinilo con canales de aire se trata simplemente de un diseño que facilita la instalación del vinilo al incorporar diminutas ranuras (los canales) en la superficie adhesiva. Con ellos se consigue que el vinilo no se adhiera hasta que se presiona. Facilita cualquier corrección y nada de burbujas de aire, lo que lo hace muy versátil e ideal para superficies irregulares.

¿Has visto esos vinilos con pequeños agujeritos que permiten el paso de la luz pero no pierden en definición de diseño? Eso es el vinilo perforado: se consigue uniendo una matriz microperforada, una superficie blanca exterior de impresión y otra negra interior. Claridad y buena visibilidad por dentro y por fuera. Facilísimo de colocar y quitar.

La fijación: vinilos adhesivos, imantados, estáticos, microventosas y puntos

Un vinilo puede fijarse de numerosas maneras. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y una serie de aplicaciones más o menos recomendables.

  • Adhesivo: El clásico. El pegamento puede ser más o menos potente, pero casi siempre se destina a usos fijos (no es reposicionable).
  • Imantado: Doblemente versátil, sea para fijar a una superficie metálica o, en combinación con otro vinilo, para crear grandes superficies magnéticas.
  • Estático: Se basa en la electricidad estática para fijarse a superficies muy lisas, como el vidrio. No es adecuado para exteriores ni cualquier tinta, y es siempre temporal.
  • Microventosa: El vinilo que no es vinilo (polipropileno); reposicionable, fácil de aplicar y retirar, sin residuo, robusto… Con trama.
  • Punto: Otro reposicionable, también llamado dot fix, soporta una buena calidad de impresión, pero es monomérico (de corta duración).

El acabado: vinilos brillantes, mates, translúcidos…

En este caso apenas es necesaria ninguna explicación. Es cuestión de gustos y de las necesidades específicas del entorno en el que vayamos a emplear nuestro vinilo lo que determina el uso de uno u otro (aparte de las otras características que pueda tener y que estamos mencionando aquí).

Normalmente se dice que el brillante es mejor para exteriores y el mate para interiores, pero es una convención. El translúcido permite el paso de la luz pero no hay una visibilidad nítida, y en cartelística promocional se emplea proyectando luz en el reverso (desde dentro).

Y luego tenemos una amplia gama de transparencias, satinados, metalizados, iridiscentes, cromados, fluorescentes… Todo depende, de nuevo, de las características del vinilo, su uso y, ante todo, de la calidad de la impresión del mismo. Lo que está claro es que, con un poco de creatividad, el vinilo nos abre enormes horizontes.

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