Las cosas han cambiado mucho en la industria de la impresión con la transformación digital (como en muchos otros ámbitos, desde luego). Pero hay algunas cosas que son tan importantes en una imprenta online actual como en las imprentas tradicionales. Una de ellas es la prueba de impresión.
Si no sabes lo que es, no estás al tanto de su importancia o crees que es cosa del pasado, hemos publicado esta entrada precisamente para contarte en qué consiste y afirmar que sí, que sigue siendo plenamente relevante en la imprenta digital, tanto o más que en la imprenta tradicional.
La prueba de impresión de toda la vida
La prueba de impresión es uno de los recursos más clásicos del mundillo de las artes gráficas. Es exactamente lo que parece, una versión preliminar pero lo más acabada posible de lo que queremos imprimir en serie; es lo que vamos a imprimir, pero antes de empezar a darle a la manivela y que empiecen a salir ejemplares.
La función de la prueba de impresión es doble:
- ayudarnos a detectar errores, sea tipográficos, sea de otro tipo (márgenes y sangrados, paleta de colores, paginación, etc.).
- comprobar la calidad del imprimible y su parecido respecto a lo que esperábamos conseguir (que con frecuencia varía respecto a lo que se ve en la pantalla).
En realidad, cuando hablamos de prueba de impresión estamos englobando varios procesos distintos: blueprint, prueba de color, galera… Además, en la actualidad distinguimos entre “prueba blanda” y “prueba dura”; la primera es exclusivamente digital, para visualizar en pantalla, y la segunda es física, y se emplea solamente en proyectos grandes, complejos y costosos.
Sí, también es importante en el modelo web-to-print
En el horizonte digital de la impresión online, la prueba de impresión para lo que sirve es básicamente para lo mismo: control de calidad. Como seguimos queriendo que el resultado impreso sea lo mejor posible y asegurarnos de ello antes de entrar a máquinas e incurrir en unos elevados costes de producción, pues eso…
Esto es especialmente importante en tiradas largas, es decir, cuando queremos imprimir muchos ejemplares de lo que sea: folletos, catálogos, libros, etc. También cuando los contenidos son técnicamente complejos, hay mucho texto o imágenes muy elaboradas (a más sofisticación, mayores posibilidades de error).
Lo que es importante tener en cuenta es que una prueba de impresión tiene por objeto aproximarse al máximo al ejemplar futuro que veremos impreso en serie. Sin la prueba es imposible analizar asuntos como la difícil conversión entre modelos de color CMYK y RGB, la cuestión de la escala en la alineación de patrones y la trama de puntos, el tema de la calibración y mapeo de la línea de base y similares.
Evita quebraderos de cabeza…
El primer y mejor consejo: solicita una prueba a tu servicio de impresión online. Para la mayoría de trabajos será suficiente (más rápido y menos costoso) una prueba blanda, normalmente en formato PDF u otro especializado a través de una herramienta de visualización específica en la propia página web o bien descargable (o ambas).
El segundo consejo: imprímete la prueba de impresión en casa, asegurándote de que el tamaño del soporte, el tipo del papel, el modelo de color y demás son iguales o lo más similares posibles a lo que estás encargando. Eso nunca será del todo posible, pero al menos podrás detectar errores garrafales y tendrás una idea general bastante aproximada del resultado final.
El tercer consejo: revisa la prueba varias veces, anota todo lo que te parezca erróneo o mejorable y consulta sobre ello con tu impresor web. Conviene que te guíes por su criterio profesional para tomar decisiones, pero no dejes de plantearle las dudas que te surjan. Al fin y al cabo, para eso están las pruebas…
Prueba de impresión, garantía de calidad
Solicitar una prueba de impresión también es una forma indirecta de evaluar la competencia y la profesionalidad de un servicio de impresión online. ¡No dejes de hacerlo!