Las diferentes partes de un libro: conócelas antes de imprimir online

Partes de libro

¿Eres de esos a los que les enamora el característico olor de un libro nuevo al pasar las páginas? La primera experiencia antes de la lectura siempre pasa por otros sentidos, como el olfato, la vista o el tacto… Para que una publicación se convierta en un objeto bien acabado hay que tener en cuenta muchos pequeños detalles. Lo primero y más importante es conocer las partes de un libro.

Hay dos partes fundamentales, el exterior (conocido como las cubiertas) y el interior (llamado tripas). Estas partes suelen idearse y fabricarse por separado, ya que normalmente son de distintos materiales y tienen diferentes tratamientos. Pero no todo se resume a esto, un libro está compuesto por muchos elementos que le dan forma, vamos a entrar en detalle…

Estructura externa

Como decíamos, la parte exterior de un libro son las cubiertas, coloquialmente también llamadas tapas. Normalmente estas son de un material más grueso que las hojas que conforman el libro, ya que sirven para proteger y preservar el interior. No obstante, nos podemos encontrar libros de tapas blandas o duras, cada diseño con sus ventajas e inconvenientes.

En las cubiertas diferenciamos tres partes principales. La cubierta anterior es la parte que primero solemos ver, donde va el título y otros datos pertinentes, acompañados en muchos casos de una imagen o ilustración que presente al libro. La parte de atrás del libro, por consiguiente, es la cubierta posterior. Suele aprovecharse para escribir una reseña o datos sobre el autor. Ambas se unen por el lomo, el perfil que queda visible cuando lo colocamos en una estantería.

En algunos casos hay una sobrecubierta, cuya finalidad suele ser la de proteger la cubierta original si está hecha de un material especial, como puede ser tela. O simplemente, por una cuestión meramente estética. Esta se «abraza» a las cubiertas y se sujeta mediante solapas.

Estructura interna

La otra gran parte es el interior. Las tripas son todo el conjunto de hojas que llevan el texto impreso, aquellas que vamos pasando sin darnos cuando estamos inmersos en la lectura. Hay quienes dicen que un libro debe de tener más de 50 hojas, mientras que otros consideran que el número puede ser menor.

estructura externa libro

El caso es que el interior puede estar formado por pliegos, formando cuadernillos cosidos entre ellos. O simplemente, que el conjunto de hojas sueltas vaya encolado en el lateral. Estaríamos hablando de diferentes tipos de encuadernaciones. La elección de una opción u otra dependerá de cómo se adecue al proyecto concreto o del resultado final que se quiera conseguir.

Normalmente, las hojas de la mayoría de los libros actuales «al uso» son de unos 90 gramos. Aunque en casos especiales pueden ser de mayor gramaje, incluso nos podemos encontrar diferentes texturas, colores y tipos de papel. La creatividad no tiene límites en este sentido…

Unión de ambas partes

Teniendo ya las dos partes principales, estas deben ir unidas, lógicamente… Para ello están las guardas y la cabezada. Estas partes de un libro no suelen tener muchísimo protagonismo a simple vista, pero son esenciales; sin ellas, la estructura completa no se sostendría.

Las guardas son las hojas que unen las tripas de un libro con el interior de las cubiertas. En muchos casos son de un material con un grosor intermedio entre ambas partes. Podemos encontrarlas de color blanco o de colores sólidos, y en estilo retro con llamativos estampados marmoleados.

La cabezada no es imprescindible, pero sí un buen remate. Se trata de esa fina banda de tela que asoma entre el lomo de un libro y sus tripas. Su función es rematar la gasa que va pegada al lomo cuya finalidad es reforzar la encuadernación de las hojas y permitir una buena apertura del libro.

Fajas y marcapáginas

Para acabar, vamos a hablar de aquellas partes de un libro que no siempre están presentes, pero que pueden aparecer como un plus en utilidad o estética. A veces nos podemos encontrar un libro con faja, una fina tira de papel u otro material que rodea al libro, donde se suele poner información relevante que queramos que se vea en un simple primer vistazo.

No nos olvidemos de las tiras de marcapáginas. Si este trocito de tela viene integrado directamente en el libro puede ser de gran ayuda cuando no llevamos a mano nada que usar para recordar dónde dejamos la lectura, así se evitan esos dobleces en las esquinas…

Ahora ya lo sabes…

Conocer las partes de un libro es importante, sobre todo si estás pensando en imprimir tu propio libro online. Si no, siempre te vendrá bien como curiosidad… ¡el saber no ocupa lugar!

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