Pueblan nuestras mesas y escritorios, los usamos constantemente y casi nunca nos damos cuenta de que están ahí hasta que faltan. Efectivamente, la respuesta a la adivinanza es “material de oficina”. A nosotros, tenemos que confesarlo, como buenos profesionales de la impresión nos encantan todos estos elementos, con sus formas, sus colores, su logo…
Esta familia de productos se merecía una entrada en nuestro blog no solo porque nos caiga simpática o porque esté entre las más solicitadas. La diversidad de los miembros que la integran es mucha, y todos tienen algo en común (aparte de ser material de oficina, se entiende): realizan una doble función, aquella para la que fueron concebidos y como elemento de marketing.
¿Qué entendemos por material de oficina?
No, la taza del café no cuenta como material de oficina, aunque al tengas todo el día en el escritorio (en principio, porque cuando hace las veces de pisapapeles…). Se entiende como tal el conjunto de elementos fungibles que permiten desarrollar las tareas de tipo administrativo, desde atender a personas hasta gestionar un flujo documental, y en general toda esa misteriosa actividad de “tramitar papeles”.
Para muchos, la oficina y más concretamente el escritorio es mucho más que una mesa para leer, escribir, despachar y poner la foto de la familia. Es el epicentro del puesto de trabajo, una especie de casilla de salida llena de cajones que convertimos en nuestro refugio y donde sabemos que encontraremos aquello que necesitamos.
Aún en la era digital, el material de escritura a mano, el triunfador dúo Papel y Lápiz, son un clásico que nunca muere. Siguen siendo un soporte esencial para hacer anotaciones, transmitir mensajes, realizar esquemas y bocetos, etc., y se encuentra en numerosos formatos. En paralelo, también hay muchos otros elementos digamos auxiliares que empleamos constantemente en la oficina. Ahora los repasamos
¿Qué tienes en tu oficina?
En nuestro catálogo tenemos aproximadamente una treintena de artículos de oficina absolutamente personalizables; sin contar otros elementos indirectamente oficinescos, como calendarios, abrecartas, etiquetas, memorias USB, planificadores de mesa o la infinita variedad de archivadores, carpetas y carpesanos en todas sus variantes. Vamos con una pequeña lista…
Productos fungibles
O sea, los que se gastan con el uso. Aquí estarían:
- Por un lado, los soportes de escritura, como
- blocs de notas, normalmente encolados en la parte superior
- tacos de notas autoadhesivas (los postits de toda la vida)
- cuadernos de notas más sólidos y duraderos, encuadernados
- libretas, normalmente anilladas y cuadriculadas
- sets de escritorio (un kit de notas adhesivas y señaladores)
- sobres, en una infinidad de formatos
- y, por supuesto, papel, papel y papel…
- Por otro, los útiles de escritura, como
- lápices (de colores), porque el grafito nunca falla
- bolígrafos de presión, capuchón o incluso para pantalla táctil
- marcadores para pizarras blancas
- rotuladores fluorescentes, para llamar la atención
- gomas de borrar (el yang de todo yin)
Productos auxiliares
Los que no se consumen. Podríamos diferenciar más al detalle según sus funciones, pero vendrían a ser:
- sello con membrete, fecha u otros
- cartucho de tinta o tóner
- estuche y caja de tarjetas o tacos de notas
- funda de plástico
- grapadora y perforadora
- pegamento de barra
- calculadora
- regla
Utilidad y visibilidad van de la mano
Ya habrás notado que en el caso de los materiales fungibles, destinados por naturaleza a gastarse, te interesa mucho contar con un recurso eficiente y asequible de impresión; el web-to-print es ideal por sus facilidades de uso (sin moverte de tu asiento) y sus precios competitivos. Pero los productos auxiliares, ¿también se imprimen?
Claro, y por las mismas razones que todo lo demás; por visibilidad corporativa. No es lo mismo presentar un informe o un folleto en una funda que en una funda con el logotipo de tu empresa. Una regla corporativa personalizada (o una grapadora, o una calculadora) también te ayuda a expresar tu identidad y “estar presente” para empleados y clientes. Y qué decir del bolígrafo…
Estos productos auxiliares pueden así cumplir con su función primaria, que es absolutamente funcional (el pegamento de barra es para pegar, eso está claro), pero también con una función secundaria promocional. En este sentido te sirven tanto para reforzar tu imagen de marca de puertas para adentro como para proyectarte hacia afuera con obsequios siempre a la vista para tus clientes y colaboradores.
¡Personaliza tu oficina!
Un bolígrafo cualquiera y un cuaderno de notas estándar y de marca blanca son perfectamente funcionales para escribir. Un bolígrafo y un cuaderno impresos con tu imagen corporativa también, pero además te dan el valor añadido de la identidad de marca.